Child of the light

Child of the light
Jackson 5

miércoles, 19 de mayo de 2010

Child of the light cap 4

-¡Niño! ¡Niño! ¡Tengo que hablar contigo!- Le gritaba Jimmy a Michael mientras iba tras el grupo a través de un laberinto de pasillos que llevaban a la puerta trasera del hotel.

-¡No te hagas el sordo! ¡Sé qué me oyes!- Se aventuró a exclamar con desesperación. Michael se detuvo y miró hacia atrás, con lo cual Jimmy confirmó que le escuchaba así como podía verle; de inmediato, el niño fue jaloneado por Joe para que siguiera caminando, al tiempo que le rumiaba algo sobre “no quedarse atrás”.

-¡’Maine! ¡’Maine! ¿Lo oíste? ¿Lo viste?- Le preguntaba Michael a Jermaine, aferrándose a su antebrazo y jaloneándolo, nervioso.

-Hombre, ¿de qué hablas?- Preguntó el muchacho, sin comprender lo que su hermanito se traía, ¿Acaso se había elegido ese preciso momento para jugar?

-Nos está siguiendo… me está hablando…- Susurró. Joe los miró, empezaba a encolerizarse.-

Vamos, Mike, deja los juegos para más tarde; tenemos trabajo qué hacer.- Le respondió, también en un susurro, tomándolo de la mano y saliendo con él a toda prisa del hotel e ingresando en la furgoneta.

Ya instalados en el vehículo, el chófer esperó a la señal de Suzanne, quien al ser informada de la salida de la limosina con los dobles y su comitiva, le ordenó arrancar. Michael se hallaba sentado entre Jermaine y Jackie ; cuando el vehículo arrancó, se asomó con discreción a la parte trasera del coche y miró a Jimmy, parado en la puerta del hotel. Asustado, Michael se hundió en el asiento. Jermaine y Jackie le miraban extrañados, para luego verse entre ellos, como en un diálogo secreto en el que trataban de descifrar lo que le ocurría a su hermano.

Tras unos minutos llegaron al Madison. Bajando rápidamente, envueltos en otro operativo de seguridad, para luego llegar al escenario en dónde todo estaba preparado para comenzar el ensayo.

-Bien, chicos, comiencen con “I want you back” y luego sigan con “ABC”, ¿De acuerdo?-

-Sí, Suzanne.- Respondieron los niños al unísono, tomando los micrófonos y los instrumentos, dando paso al ensayo.

Michael se adentró en las canciones, dejándose llevar por la música. Como siempre le ocurría, estando en el escenario, cantando y bailando, las preocupaciones y tensiones se hacían menos, hasta casi desaparecer.

Se sentía tan tranquilo y feliz al finalizar la segunda canción, que sonriendo miró a Suzanne; cuál sería su sorpresa al ver a Jimmy parado detrás de ella. El susto fue tal que pegó un grito y soltó el micrófono, retrocediendo unos pasos.

Marlon, Jackie, Jermaine y Tito, miraban sin entender; se acercaron a Michael preguntando qué era lo que le pasaba.

-¡Ahí está! ¡Ahí está! ¡¿No lo ven?!- Repetía con ansiedad y el desconcierto reflejado en el rostro, señalando hacia Suzanne. La joven volteaba a su espalda, esperando encontrar aquello que tenía tan asustado a su joven estrella, pero lamentablemente no había absolutamente nada.

O al menos eso pensaba ella.

-Michael, cariño, aquí no hay nadie.- Dijo Suzanne conciliadoramente, tratando de calmarlo. Joe entró al escenario por uno de sus laterales y, jalando a Michael del brazo, lo llevó aparte.

-¡¿Me puedes decir qué te has propuesto, muchacho?!-

-¡Ahí está! ¡¿Es qué no lo ven?!- Le gritaba, alterado y a la vez retadoramente, parte sus nervios, parte su carácter rebelde.

-¡Michael, déjate de estupideces! ¡¿Qué no te das cuenta que el concierto de esta noche es de gran importancia?! ¡¡No es el momento para que me salgas con juegos idiotas!!- Le gritaba, a la par que zarandeaba al niño. Michael forcejeaba con él, ahora más enojado que asustado.

Suzanne, que a estas alturas ya sabía como se las gastaba el patriarca del clan Jackson, subió al escenario y se dirigió al lateral donde estaban los dos, interviniendo entre ellos de modo que tomó a Michael de los hombros con suavidad, apartándolo hábil y rápidamente de las manos de Joe.

Colocándose al nivel del niño, la joven Depasse le habló, sonriendo para intentar calmarle.

-Michael, quérido, sé qué estás muy cansado, no has dormido bien y el estrés del concierto puede producir esta clase de efectos… tú sabes, se empiezan a ver cosas que no existen por el cansancio. Te entiendo, todos estamos cansados, pero este es un concierto muy importante, ¡es el Madison Square Garden! Solo los mejores se presentan aquí, ¿lo entiendes? Los mejores y ustedes son de los mejores.-

Michael la miraba medianamente más relajado.

-Y cómo uno de los mejores, por favor, te lo pido, supera esto y da lo mejor de ti en el concierto, ¿Lo harás?- Michael asintió con la cabeza. Suzanne le dio un beso en la frente y le alborotó el cabello, sonriendo.

Joe observaba la escena desde un rincón, tratando de controlar su ira. Jimmy, impactado, también veía todo desde la otra entrada al escenario, ¿qué clase de vida llevaban los nenes de chicle? Se preguntaba.

Michael volvió a su puesto entre sus hermanos y recogió el micrófono que aun yacía en el piso; lo colocó en el pedestal mientras Tito comenzaba a tocar los primeros acordes de la siguiente canción.

El pequeño miró de reojo hacia donde Jimmy estaba, aun podía verlo ahí, de pie, a un lado del escenario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

amiga...
me di cuenta que no te he comentado aqui.. me encanta tu historia tan original, tan lindo mi pequeño Rey.. espero que a Michael se le quite el miedo y hable con él, que lo necesita
él le va a ayudar
un lindo angelito
un beso
LIZ