Child of the light

Child of the light
Jackson 5

martes, 24 de agosto de 2010

Premios "Webnovelas"

Disculpen, me he tomado la libertad de en esta entrada para hacer un poco de promoción ^^

Se ha iniciado los premios "Webnovelas". La excelente novela http://si-lo-puedes-sonar-lo-puedes-lograr.blogspot.com/ se encuentra nominada.

Si has leído la nove de Elizabeth Smile y te encanta, puedes entrar aquí http://webnoveawards.blogspot.com/ y votar por ella, se halla nominada en dos categorías.

Y si no la has leído, te invito a hacerlo, es una historia muy tierna, no te arrepentirás ^^


Besos. Para la próxima sí subo cap ^^

miércoles, 18 de agosto de 2010

Child of the light 15


Capitulo 15

-¿Quién es Jimmy, Michael?- Preguntó Berry Gordy, llegando a dónde se hallaba el pequeño cantante. Michael le miró con sorpresa y empezó a balbucear.

-Eh…bueno…Jimmy es… él, yo…-

Berry soltó una leve risita.

-Está bien, lo entiendo. Es tu amigo, ¿verdad?- Dijo, mientras se sentaba junto al niño. Michael esbozando una tímida sonrisa, asintió con la cabeza.- a tu edad yo tuve muchos amigos, tanto visibles como otros iguales a Jimmy.-

-¿En verdad?- Exclamó el pequeño con inocencia.- ¿Cuántos? ¿Desde cuando? ¿Cómo hizo para ayu…? ¡Auch!- Se quejó el pequeño, pues Jimmy le había dado un codazo; Michael se giró a mirarlo con cierta molestia y duda, ¿Por qué lo había detenido? Quizá Gordy podía darles un consejo para resolver su problema.

Berry miró a Michael cuando este se quejó, pero al ver que se hallaba bien, continuó con la conversación.

-Tuve varios, ¿Desde cuando? Mmm… creo que tuve el primero a los cinco años. Sí, yo también fui el séptimo en mi familia, igual que tú, y sé lo difícil que es ser el pequeño entre tantos chicos, a veces los mayores no tienen tiempo para pasarlo con niños y es entonces cuando nosotros debemos crear a alguien que sí pueda.-

Michael emitió un breve suspiro. Era por eso que Jimmy lo había detenido, el fantasma había entendido lo de los amigos imaginarios antes que él.

-Pero eso no tiene nada de malo. Sé que tu papá se puso algo tenso por esta situación durante la gira, me lo contó Suzanne.- Refirió al ver que el niño le miraba interrogante.- Pero debes comprenderlo, él quiere lo mejor para ustedes y se pone nervioso con facilidad.-

-Sí…- Replicó el niño, no muy convencido. Jimmy bufó incrédulo ante lo dicho por Berry.

-Es como con este disco. Se hallaba algo inconforme, teme que esto les perjudique, pero créeme Michael, sé que el público está esperando el momento que tengas un álbum en solitario, lo sé, estoy seguro, este es el momento adecuado.-

-¿No cree que también pudo ser un disco de Jermaine? La gente lo quiere mucho-

-Sí, lo sé, pero sé lo que hago, sé cual es el momento oportuno para cada uno, y sabes perfectamente que cuando digo algo se cumple.- Le guiñó el ojo, haciendo referencia a aquella vez que había prometido tres discos platino al hilo y se había cumplido.-Este disco será un cañonazo seguro, te lo garantizo; te colocara en la cúspide de las listas y preparará el terreno para lo que viene, ya lo verás, Michael.-

Michael sonrió.

-Tengo fe en ti, muchacho, sé que con un talento como el tuyo, esta canción será una de las más populares del siguiente año. Así qué, ¿Qué dices? ¿Listo para darlo todo en el estudio?-

-Sí, Señor Gordy.- Replicó Michael, esbozando una enorme sonrisa.

-¡Así me gusta, muchacho! Ahora, vamos a callar a algunos cuantos incrédulos.- Agregó el hombre, rodeando el hombro de Michael con su brazo mientras le despeinaba con su mano libre. El niño rió alegremente.

El resto del día fue duro y pesado. Habían estado trabajando con “Got to be there” durante horas. Cuando al fin Michael había conseguido lo que Berry deseaba, ya eran más de las dos de la mañana.

Joseph y Michael volvieron a casa. Berry se hallaba muy satisfecho con la dedicación de Michael en aquel tema, que, insistía sería un éxito seguro. Pidió que volvieran a las once del día, ya que aun había más temas que tratar.

Nuevamente el trayecto de regreso fue callado e incomodo, quizá más que cuando fueron a los estudios. Joseph no disimulaba su descontento con aquella decisión tomada por Berry, y Michael, tan susceptible, podía palpar aquella tensión con facilidad; aunque la verdad, cualquiera lo habría notado, pues Jimmy, que tenía poco de conocer al patriarca Jackson, también notaba aquel descontento y la sensación tan pesada que se reinaba en el interior del auto.

Cuando llegaron a la mansión de Encino, Michael, casi arrastrando los pies, entró siguiendo a su padre y ansiando por fin caer desfallecido en la cama.

Cual fue su sorpresa al encontrar a toda la familia reunida en la sala. Todos en pijamas, y con el nerviosismo reflejado en el rostro. Katherine, quien tenía a Janet dormida en su regazo, encargó a la niña con LaToya y se acercó a su marido y a su hijo con ansiedad.

-¡Por Dios! ¿Qué ha pasado? ¡No llamaste en todo el día ni vinieron a comer, nos tenían preocupados!-

-No ha pasado nada.- Replicó Joseph, aun con la molestia reflejada en el rostro y en el tono de su voz. Michael se estremeció al oírlo mientras que su madre lo revisaba como si buscara algún signo de daño en él.

-¿Qué no pasó nada? Pero si no aparecieron en todo el día, ni una llamada, ni nada.- Soltó Katherine, más nerviosa que al principio.- ¿Para qué quería Berry Gordy a Michael?-

-Para que grabe un disco en solitario.- gruñó el hombre. Los chicos abrieron los ojos con sorpresa al tiempo que una sonrisa enorme se dibujaba en sus rostros.

-¡¿Qué?! ¿Un disco, tú, sólo?- Exclamó Tito, sin dar crédito a sus oídos, pero sonriendo con entusiasmo.

-¡Groovy!, ¡Bien, Michael!- Soltó Marlon, feliz.

-¡¡Es maravilloso!!- Dijo Jackie, levantándose y yendo hacia su hermanito, al tiempo que sus hermanos le imitaban, deseosos de felicitar al que cariñosamente llamaban “enano”.

-¡En hora buena, Michael!- Añadió Jermaine, sonriendo y pasando su mano cariñosamente en la cabeza del pequeño. Era verdad que una leve punzada de incomodidad le había atravesado el pecho al principio, es decir, él era mayor que Michael y también podía hacer de solista; quizá lo más lógico habría sido que el hermano mayor probara suerte primero, pero luego se sintió culpable ante aquel sentimiento egoísta. Esta era la gran oportunidad de Michael, su pequeño y amado hermano, y si alguien debía alegrarse por su buena fortuna era él. Gordy le otorgaba un reconocimiento a su talento y esfuerzo y él estaba dispuesto a celebrarlo.

-¡¡Quién te viera!! ¡¡Tan enano y en solitario!!- Rió Jackie.

-Espero que las coreografías de tus canciones incluyan que tengas que levantar las manos, porque si no, será difícil que alguien te distinga ahí solo, digo, estás tan enano.- Agregó Tito en broma, presionando con su enorme manaza la cabeza de Michael hacia abajo, como siempre solía hacer cuando lo molestaba con su estatura.

-Si no es así, le pondremos un enorme letrero en la cabeza que diga “¡Hey, aquí estoy!”- Dijo Jermaine, uniéndose alegremente a la broma. Michael reía más relajado; sus hermanos tenían el don de hacerlo sonreír cuando más triste o tenso se encontraba.

-¡Bien, ya estuvo bueno de tanta tontería, a la cama todos, ahora!- Gruñó Joseph, aun más molesto que antes. Los chicos, que por un momento se habían olvidado de su presencia, se encaminaron a la escalera, volviendo a las bromas en cuanto salieron del área de visión de su padre.

Latoya, tras dar las buenas noches a su madre, les siguió con Janet en brazos, Randy iba con ella, agarrado de un extremo de su camisón de dormir.

Cuando los chicos se alejaron, Katherine se acercó a Joseph.

-¿Qué es lo qué te pasa, Joe?-

-¿Acaso no puedes verlo?- Katherine negó brevemente con la cabeza.- Berry Gordy quiere separar a esta familia.-

-¡Oh, Joe, por favor! Eso es ridículo. ¿Por qué Berry Gordy querría hacer algo como eso? No le veo ganancia alguna.-

-Está tomando el control de los muchachos. Primero es Michael, después lo hará con Jermaine. Solo se preocupa por sus propios intereses, no me extrañaría que no descasara hasta que mis hijos le llamaran “papá”.-

Katherine esbozó una sonrisa mitad burlona, mitad condescendiente.

-Estás muy tenso y sobretodo no has descansado nada, a lo igual que Michael. Se fueron desde muy temprano y es por eso que no puedes discernir con claridad. Anda, vamos a dormir, verás que mañana tendrás todo esto en otro concepto.-

Joseph bufó molesto, dio un golpe a la pared de la sala y se encaminó a la escalera aun molesto. Katherine suspiró. Esos días si que habían sido una montaña rusa de emociones diversas.

Marlon, Tito, Jackie y Jermaine, se hallaban con Michael en su habitación, conversando aun con entusiasmo sobre el nuevo disco y bromeando sobre un sin fin de cosas. En cuanto oyeron que Joseph había subido al segundo piso, y tras esperar unos minutos para darle tiempo a encerrarse en su cuarto, los chicos optaron por volver a los suyos, pues era muy tarde y a todos les esperaba un día muy atareado. Todos salieron de la habitación no sin antes volver a felicitar al pequeño; incluso Jermaine, para quien en esos momentos, cualquier sentimiento de competencia o inconformidad se había borrado por completo.

Marlon fue el último en la fila para salir del cuarto. En cuanto se vio solo con Michael, le dijo.

-Hey, ahora que podemos hablar a solas, debo decirte algo.-

-¿Qué pasa?- Inquirió el niño, intrigado.

-Llamé al departamento de policía de Nueva York.- Respondió el muchacho con orgullo y seguridad. Michael y Jimmy le miraban asombrados.

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¡¡¡Muchas gracias a todos los que leen!!! En especial a Liznieves (te quiero mucho amiga ^^), Nibelunga (Eres genial ^^) y Ary JackArtney (gracias por leer, me encanta tu nick ^^)

Besos.

martes, 3 de agosto de 2010


Capitulo 14

Aun no daban las cinco de la madrugada, cuando la actividad se iniciaba en la mansión de Encino.

Pese a su vida de estrellas, los chicos debían asistir a un colegio durante su estadía en Los Ángeles. Se les había inscrito en un instituto normal, pero la presión por parte de los fans había hecho imposible su permanencia en ese lugar, durando en ese colegio el increíble record de solo una semana. Tras este incidente se intentó de nuevo y se les inscribió en el colegio Walton, una escuela exclusiva para hijos de millonarios y estrellas del espectáculo.

Los chicos debían retomar sus cursos cada que tenían un “tiempo libre” y dado que el hecho de recién haber regresado de la gira no era excusa para faltar a clases, tan solo al levantarse se dedicaron a prepararse para regresar al colegio.

Uno a uno fueron llegando al comedor, listos para tomar su desayuno. Katherine iba en bata de un lado a otro llevando el pan tostado, el jugo o la leche, apurándolos a todos, arreglando a los más pequeños y recordándoles si llevaban todo.

-Solo un día…- Murmuraba Tito, casi durmiéndose sobre su tostada.-… solo un día de descanso, viejo.-

-Y da gracias.- Replicó Jermaine, quien se hallaba sentado a un lado suyo, bostezando ante su vaso con jugo de naranja.- Si Joseph no hubiera decidido salir a dar un “paseo” no habríamos tenido ni eso.-

-Con tan poco tiempo, ¿Cuándo revelaré ese rollo? Dee Dee se molestará porque no llevo las fotos.-

-Dee Dee no se molestará.- Le interrumpió Katherine.- Pero yo sí, si no terminas de desayunar rápido. Randy, ¿llevas toda la tarea? Janet, tu… ¡Marlon, Michael, apresúrense!- Dijo a ambos chicos que venían hablando entre ellos camino a la mesa.

-¡Sí, mamá!- Replicó Marlon, para luego retomar su conversación con Michael.- Creo que podremos intentar la llamada a la policía esta noche.-

-Pero aquí será más difícil, ¿no te parece?- Murmuraba el pequeño.

-Lo se, pero hay que intentarlo, ya diste una llamada de alerta, no fue mucho, pero quizá sirvió para comenzar algunas investigaciones y si llamamos les daremos a entender que el asunto es real y es urgente.-

Michael asintió ante la lógica de su hermano.

-¿Qué tanto murmuran ustedes dos?- Preguntó Katherine, sonriendo mientras se acercaba a ellos.

-Nada.- Respondieron al unísono.

-Está bien, ahora vayan a tomar el desayuno o llegarán tarde.-

-No, no hay tiempo para eso.- Dijo Joseph apareciendo por detrás de ambos niños, mientras terminaba de alistarse.- Michael y yo nos vamos ahora al estudio.-

-¿No vamos a ir al colegio?- Preguntó Jermaine, para después apurar el jugo de naranja.

-¡Aún peor, Dee Dee se enojará mas conmigo!- Murmuraba Tito.

-En un momento estaremos listos.- Dijo Jackie.

-No, no.- Replico Joseph, deteniéndolos con un ademán de la mano.- Solo quieren ver a Michael.-

Los chicos se detuvieron y miraron al niño, sorprendidos. Michael, también sin saber de que iba todo eso, se quedo en su lugar, mirando a Joseph de reojo, preocupado.

¿Acaso sería por lo ocurrido en la gira? Era la pregunta que todos se hacían, ¿Berry le diría que estaba loco, lo regañaría y le llamaría la atención? Era la pregunta en la cabeza del pequeño Michael.

-Sería mejor ir también, aunque el Señor Gordy no nos haya llamado.- Sugirió Jackie, pues no le agradaba la idea de que si iban a regañar a su hermano menor, lo dejaran ir solo al matadero, acompañado solamente por Joseph.

-No, Gordy dijo que solo Michael.- Repitió Joseph, comenzando a impacientarse.- Ustedes vayan al colegio, nos veremos después. Michael, vamos.- El niño siguió a su padre con una punzada de angustia en el pecho, mientras los demás los veían retirarse, con la misma desazón en el corazón.

El trayecto desde Encino hasta el estudio fue para Michael todo un suplicio, pues no solo tenía que lidiar con la incertidumbre de para qué le solicitaba el dueño de la compañía sin sus hermanos, sino que aparte, debía soportar el ambiente tenso que la presencia de Joseph provocaba en el auto. El pequeño temía que en cualquier momento el hombre reventara, ya fuera por el hecho de haber provocado que Berry Gordy le llamara quizá para regañarlo por lo ocurrido en la gira, o bien, que le gritara por lo que pasó en su habitación la tarde anterior.

Pero Joseph no daba señal alguna de pretender dirigirle la palabra, por una parte por que trataba de deducir los planes de Berry, de los cuales imaginaba lo peor; pero por otra parte, aun no comprendía que había ocurrido con aquella lámpara en la habitación de Michael, y hasta que no descifrara ese misterio, prefería mejor no tocar para nada ese tema con su hijo, a riesgo de perder ante él aquella imagen de imponente autoridad.

Arribaron al estudio y se dirigieron a la oficina de Berry. Ahí ya se encontraba Suzanne, junto con Freddy Perren, Deke Richards y Alphonzo Mizell, los miembros restantes de “The Corporation” los encargados de crear los éxitos para los muchachos. Al verlos, Michael pensó que la regañina sería de todos contra él, y por un momento se quedó estático en la puerta de la oficina; Joseph, por su parte, veía confirmadas sus sospechas y se acercó al grupo con aspecto sereno, pero mirada hostil.
-¡Joe! ¡Michael! ¡Qué alegría! Pasen, siéntense, los estábamos esperando.- Exclamó Berry con aquella habitual alegría que siempre emanaba.

-¿Qué ocurre?- Replicó Joseph, aun tratando de mantener la compostura, pero casi instando a recibir una inmediata respuesta. Suzanne, al ver que Michael seguía frío en la puerta de la oficina, se acercó a él para hacerlo entrar, llevándolo a uno de los asientos entre el grupo de compositores.

-Siempre directo, eso me agrada, Joseph.- Respondió Berry sin perder la sonrisa.- ¡Hola, Michael! ¿Has estado bien? Escuché que tuviste algunos problemas en la gira.-

Michael pasó saliva, nervioso. Miraba con los ojos muy abiertos al presidente de Motown, a la vez que paseaba discretamente la mirada por el resto de los adultos, descubriendo, casi oculto entre Perren y Mizell, a un hombre blanco y robusto de mirada seria. Michael se asustó, pensando que quizá al enterarse de lo ocurrido en al gira, Berry hubiese supuesto que se había vuelto loco y ese hombre era, sin duda alguna, algún loquero que quizá lo llevaría a la casa de la risa. Sin saber muy bien qué hacer o decir, se limitó a balbucear.

-Eh… bueno, yo…-

-Pero eso es normal, ¿O no, chicos? a todos los grandes artistas les afectan las giras. Recuerdo que Smokey siempre llevaba su propia almohada porqué según él no podía dormir con otra que no fuera la suya y el día que la olvidó en Memphis, pasó varias noches de insomnio al llegar a Texas.- Gordy se echó a reír después de eso, provocando con la anécdota y su risa franca, que el temor de Michael y sus disparatadas ideas sobre loqueros se disiparan por completo.- Bueno, dejemos las excentricidades de Smokey para otra ocasión, hablemos de negocios, y de negocios importantes, ¿Eh?- Añadió con entusiasmo.- Michael, escucha esto.- Gordy hizo una seña al hombre robusto, quien levantó de un costado de su asiento un pequeño piano portátil, comenzó a tocar unos primeros acordes, para luego comenzar a canturrear “Got to be there”.

Michael escuchaba la canción atentamente. Le agradaba aquel tono suave, melódico, sensible. Desde “I’ll be there” su gusto por las baladas se había incrementado, y aquella dulce melodía le parecía por demás encantadora.

-Es muy bonita.- Murmuró el niño cuando el hombre terminó.

-Lo es.- Afirmó Gordy.- Michael, él es Elliot Willensky.- Michael saludó respetuosamente al hombre, quien le correspondió con una sonrisa.- ha escrito esta canción y en cuanto la oímos pensamos en ti.

-¿Quiere que la cante?- Inquirió el niño, ahora más confundido que cuando creyó que iba ahí a recibir un regaño. Le era muy raro que le hablaran de canciones sin llamar al resto del grupo.

-Así es, Michael. He pensado que ya es hora de tu gran momento.- Michael miraba a Berry con sus grandes ojos avellanas, reflejando su confusión. Berry agregó.- Es hora de que grabes tu primer disco en solitario.-

-¿Y... yo?-

-Espera un segundo, Berry.- Intervino Joseph.- Esto no me agrada, no hay estrellas en el grupo, eso lo dejé muy claro cuando firmamos el contrato. Son “Los Jackson 5” no solo Michael.-

-Lo sé, Joseph, y sí, me lo dejaste muy claro ese día, pero, también el contrato dice que yo poseo plena libertad creativa sobre el grupo y sus integrantes, ¿lo recuerdas, verdad?- Joseph miró a Berry de una forma que si poseyera el poder de la Gorgona, el pobre hombre no hubiera vivido para contarlo. – A la gente le encanta la voz de Michael, su encanto, su viveza sobre el escenario; Es el momento oportuno para lanzarlo como solista, un disco presentándolo en solitario sería un cañonazo seguro, lo garantizo.-

-El acto es de todos o nada.- Repitió Joseph en un siseo.

-Lo sé, Joseph, tranquilo, no soy tan tonto como parezco. No pienso deshacer uno de mis mejores actos, eso sería una locura. Solo quiero dar un plus a ese acto, ver como funciona, hacer un pequeño experimento, ¿sí me entiendes? Si esto funciona luego podemos producir uno para Jermaine, ¿Qué les parece?-

-Es una buena idea.- Dijo Richards.- Hay algunas canciones por ahí que podrían funcionar con él.-

-¡Pues no se diga más!- Exclamó Berry, con entusiasmo.- Michael, ve al estudio con los chicos y aprende la canción, ¿Sí? Yo iré en unos minutos para ver como va todo.

Michael abandonó la oficina, acompañado de Willensky, los demás compositores y Suzanne, mirando de reojo que Joseph se quedaba en la oficina. Quizá aquel lugar iba a tornarse en un campo de batalla.

Tras unas horas de repaso, Michael tenía completamente dominada la canción. Había repasado todos los arreglos y armonías con la agrupación y Willensky, los cuales parecían muy satisfechos con el asombroso dominio de su joven estrella.

-Muy bien, Michael. Ahora toma un descanso. Berry vendrá en un momento para ver como vamos.-

El niño, asintió y sonrió, retirándose a un rincón del estudio con un vaso con agua en la mano.

-¡Genial! Vas a tener un disco para ti solito.- Exclamó Jimmy, sonriendo con entusiasmo y dándole en el hombro un golpecito afectuoso, golpecito que traspasó al niño, provocándole un breve escalofrío.- ¡Je! Perdona.-

-No hay cuidado.-

-¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara? ¡Vas a grabar un disco tú solo! ¿No es algo por lo que muchos morirían? Eh… olvida eso último.-

Michael sonrió un poco, después dijo.

-No lo sé… no sé si yo “moriría” por grabar un disco solo.-

-¿Por?-

-Me gusta cantar con mis hermanos.-

-Sí, y…-

-A Joseph no le gusta la idea.-

-¡Bah! Pero, la verdad ¿Qué le gusta a ese hombre? Hasta dónde he visto a ese no le gusta nada, ni siquiera estoy seguro de que se guste a sí mismo.-

-Sé que esto va a causar problemas… él se enojará.-

-Pues que se enoje.- Michael miró a su amigo con sorpresa.- Mira, si vas a ir por la vida deteniéndote solo porqué a otros puede enojarles lo que tú hagas, te vas a perder de muchas cosas, niño. Está bien que en la vida debes ver por los que amas, pero también debes ver por ti y por lo que quieres hacer, si lo tuyo es cantar, si es para lo que naciste, adelante, hazlo, es peor no hacer aquello que te gusta y que en especial sabes hacer. Los que te aman lo comprenderán porqué sabrán que esa es tu misión en la vida y aquellos que no consideren que está bien es por que tienen una visión muy limitada sobre lo que es mejor para los demás.-

Michael meditaba lo dicho por Jimmy, este continuó.

-Además, ese tipo… Gordy, ha confiado en ti, a sabiendas que el buldog… digo, tu papá, se pudiera enojar. Gordy es el jefe, el que manda, el que firma los cheques, ¿no? Pues cuando el que firma los cheques dice canta tú dices ¿en que tono?- Michael le miró mitad inconforme, mitad riendo.- Bueno, no, eso solo se aplica en la mafia, pero la idea es que si el presidente de una compañía como esta dice que tú puedes con un disco para ti solo, ¿por qué no vas a aceptarlo y creerlo tú?-

Tras esto, Michael sonrió ampliamente y miró a Jimmy nuevamente con gratitud. Realmente el tenerlo a su lado le hacía sentir muy bien, podía desahogarse, hablar de sus temores y al mismo tiempo recibir otra visión del problema que comúnmente le ayudaba a resolver sus propios conflictos; esto le instaba aun más a ayudar al chico fantasma con su peculiar predicamento, aunque esto significaría un dolor muy grande, pues le extrañaría mucho después de que se marchara.

-Tienes razón… el Señor Gordy confía en mí y, además… Me gusta, realmente me gustaría experimentar el grabar un disco solo.- Dijo con timidez.

-¿Lo ves? ¡Anda, anímate y celebralo!-

-¡Tienes razón!-Dijo el niño, riendo.- Gracias Jimmy.-

-¿Quién es Jimmy, Michael?- Preguntaba Berry Gordy, llegando a dónde Michael se encontraba sentado. El niño abrió los ojos con sorpresa y espanto.


¡¡¡Muchísimas gracias por sus comentarios!!! Liz y Nibelunga, de verdad, les agradezco el que se tomen su tiempo para leer y comentar sobre esta historia, besos y gracias de nuevo ^^