Child of the light

Child of the light
Jackson 5

viernes, 29 de octubre de 2010

Capitulo 18



Capitulo 18

 

Tras un largo día de trabajo, por fin era hora de volver a casa.

 

Joseph, pese a estar callado como siempre, se encontraba feliz. Los chicos debían presentarse en el show de Jim Nabors, una excelente oportunidad, pues ese programa era un gran escaparate para todo tipo de audiencia. Un programa de blancos solicitaba a sus hijos y eso era un verdadero logro en una época como esa.

 

El reloj marcaba ya las once de la noche cuando el auto arribó en encino. Al detenerse, Joseph salió del vehículo, seguido por Michael que ya arrastraba los pies de puro cansancio. El niño anhelaba llegar a su cama y caer como piedra, aunque lo único que le evitaba entregarse de lleno a tan preciada fantasía, era el hecho de que deseaba consultar a Marlon, pues en su opinión y la de Jimmy, era el único que podría orientarlos sobre lo ocurrido la noche anterior.

 

Al abrir la puerta, Katherine se asomó proveniente de la estancia. Sonrió aliviada al ver a su pequeño y se acercó a saludarlo, dándole un tierno beso en la frente.

 

-Hola, cariño, ¿Qué tal estuvo el día?-

 

-Muy bien.- Replicó el niño, sonriendo cansinamente.

 

-Me alegro.- Replicó la madre.- Ve a tomar un baño, querido, enseguida estoy contigo.-  El niño se alejó y subió por la escalera.

 

Katherine dio un beso a Joseph, el cual lo recibió con una sonrisa de satisfacción. Ante esto, la señora Jackson, dijo.

 

-¿Y ahora? ¿Por qué tan contento? Tenía días de no verte así.-

 

-Oh, bueno, es que hoy tenemos un motivo para estar contentos.- Dijo Joseph.- Los chicos han sido invitados a un programa de televisión.-

 

-Me alegra escuchar eso.- Dijo Katherine con simpleza.- Pero no entiendo a que viene tal alegría, los chicos siempre son invitados a programas de televisión.-

 

-Sí, pero resulta que el programa en cuestión es el show de Jim Nabors.- Respondió Joseph con satisfacción.

 

-¿El show de Jim Nabors? ¡Vaya! ¿Un show de blancos? Eso suena muy bien.- Katherine se hallaba francamente sorprendida.- ¿Y cuando será eso?-

 

-La próxima semana, lo cual me recuerda que debo hablar con los chicos.-

 

-Se encuentran en sus habitaciones.- Y mientras Katherine decía esto, Joseph ya se enfilaba hacía las escaleras.- No solo te hace feliz el hecho de ser llamados para ese show en particular, ¿verdad?- Inquirió la mujer.

 

-Me agrada saber que para el mundo aún son “Los Jackson 5” y no solo Michael Jackson.-  Y el hombre siguió su camino hacia el piso superior, llamando a sus hijos a gritos. Katherine, con una sonrisa, negaba con la cabeza al tiempo que se encaminaba a la cocina.

 

Michael tomó una ducha rápida y después de enfundarse en el pijama, salió en busca de Marlon. Al salir del cuarto se topó de frente con su madre, quien llegaba con una charola llena de comida.

 

-Hola, mamá.-

 

-¿A dónde crees que vas, jovencito?- Katherine le hizo retroceder al interior de la habitación conforme ella avanzaba.

 

- Iba a ver a Marlon.-

 

-En estos momentos él y el resto de tus hermanos se encuentran hablando con tu padre, les pone al tanto del show de la próxima semana.-

 

-Oh…- Fue lo único que dijo el niño, sentándose en la orilla de su cama. Katherine dejó la charola en la mesita de noche.

 

-Parece que no te agrada la idea.- Se aventuró a decir la mujer, mirando a su hijo con una sonrisita suspicaz.

 

-Es genial hacer televisión… o por lo menos eso creo, o por lo menos eso sería si no fuera por…-  El niño tomó la cuchara de la charola.

 

-¿Si no fuera porqué?-

 

-Si no fuera por los sketches. No me gusta que me pongan a hacer comedia… no se me da.-

 

-Vamos, yo creo que eres muy gracioso.- Afirmó Katherine, sentándose a su lado.

 

-¿Yo, gracioso? No, no lo creo.- Replicó el niño, negando con la cabeza y riendo por lo absurdo de aquella idea.

 

-Eres un buen actor, y un buen actor puede hacer lo que sea.- Continuó Katherine.- Las veces que has hecho televisión me has hecho reír.

 

-Por qué eres mi mamá, te reirías así me cayera de la escalera.-

 

-No, si te cayeras de la escalera, créeme que haría todo menos reírme.- Le aseguró Katherine.

 

-Aún así… no me gusta la televisión, al menos no para eso, siempre me ponen en el papel de niño creído, yo no soy así, ¿o sí?-

 

-No, para nada, y en eso tienes razón, te hacen adoptar una actitud que no te corresponde. Pero eso es parte del acto y no tienes que tomártelo tan a pecho, todos los que te conocemos sabemos que eres el niño más dulce del planeta.- Agregó, tomándolo de los hombros y rozando su nariz en la mejilla y cuello  del niño, provocándole cosquillas. Michael rió.- Además, tus fans también lo saben, o por lo menos lo presienten. Tú transmites tu verdadero yo por medio de tus canciones, hijo, y eso es lo que importa, eso es lo que ellos reciben y comprenden; no debe preocuparte un pequeño y tonto rol que solo adoptas muy de vez en cuando.-

 

-Supongo…-

 

-Ahora, termina ya tu cena, lávate y ve a la cama. Volveré en unos minutos para arroparte y llevarme la charola.-

 

-Sí, mamá. Gracias.- El niño le dedicó una gran sonrisa de gratitud a la mujer, antes de que esta dejará la habitación.

 

Minutos después, Marlon se asomaba por la puerta. Michael le hizo señas para que entrara con premura.

 

-¿Qué pasó? ¿Todo bien? ¿Tienes la carta?-

 

-Sí.- Michael corrió a dónde había dejado su mochila, buscó dentro de ella y sacó la libreta. Tras arrancar las hojas se las entregó a su hermano.

 

-Muy bien.- Dijo este, guardando los papeles en el interior del bolsillo de su camisa.- Se las entregaré a Dorinda en cuanto pueda, ya que con lo del show, mañana debemos ir con ustedes al estudio.-

 

-¿En verdad?-

 

-Sí, Joseph está muy entusiasmado con esto, lo sé porque nos ha dicho su clásico “esto es muy importante, ¡no vayan a arruinarlo!”- Añadió el chico, imitando a su padre. Michael no pudo evitar reírse.

 

-Por cierto… necesito preguntarte algo, Marlon.- Jimmy, quien se hallaba frente a la ventana de la habitación, se acercó para poder escuchar.

 

-¿Qué pasa?-

 

-Ayer… con la pesadilla esa.- Marlon asintió, escuchando con interés.- Jimmy también la vio.-

 

Marlon dio un respingo.

 

-¿A qué te refieres con qué también la vio?-

 

-Hoy me lo dijo mientras estábamos en el estudio. Dice qué él pudo ver mi pesadilla y sintió lo mismo que yo sentí.-

 

-Es extraño…- Murmuró Marlon.- ¿Qué fue lo que soñaste?-

 

-Me encontraba bajo el agua…- Susurró Michael,  dejándose llevar por el recuerdo.- pero no era un agua clara y cristalina como la de la piscina, más bien era verdosa… turbia, casi no se podía colar el sol en ella. No podía respirar, ¡era horrible! Podía sentir la presión en mi cabeza, en mis oídos, como si me hallara sumergido en lo más profundo de un pozo. Sentí mucho miedo.-

 

Marlon le escuchaba, pensativo.

 

-¿Y dices que Jimmy también lo vio? ¿Dónde estaba él?-

 

-Dice que se quedó en el sillón.- Replicó Michael, señalando el sillón que se hallaba al otro extremo de la habitación.- Ahí siempre se queda por las noches.

 

Marlon meditó otros segundos, luego dijo.

 

-Interesante.-

 

-¿Qué es interesante?- Dijeron Michael y Jimmy al unísono.

 

-El agua, no poder respirar… la presión, y que Jimmy también lo sintiera.- Marlon tomó uno de los panecillos de la charola de Michael y, con los brazos cruzados, pero dándose golpecitos en los labios con el panecillo, comenzó a pasearse de un lado a otro de la habitación.- Me parece querido hermano.- Dijo deteniéndose por fin y con aires de gran detective.- que lo que tuviste no fue una pesadilla en sí, sino que fue una premonición.-

 

-¿Una qué?- Exclamó el niño, sorprendido.

 

 

 

 

 

Muchas gracias a todos los que siguen esta historia. En especial a Liznieves y Sandra. Un beso.

viernes, 8 de octubre de 2010

Capitulo 17




Capitulo 17

-Que extraña sensación.- Pensó Michael.

Se sentía muy liviano, como si flotara, como si se hallara en una cama muy blanda, a la deriva. Pero pese a lo relajante había algo muy extraño. Sentía los oídos tapados, como si algo lo ensordeciera presionando mucho su cabeza. Un extraño rumor le llegaba de manera apagada y lejana. No lo entendía, ¿Dónde estaba?

Abrió los ojos y lo que vio le sorprendió. Era como si sobre él se hallara una enorme cortina de agua, cubriéndole por completo. Podía ver los reflejos lejanos del sol colándose entre las pesadas capas de un líquido casi verdaceo, pues no era un agua cristalina y pura sino más bien turbia y contaminada.

De pronto el miedo lo invadió. ¿Cómo había terminado en ese lugar? Estaba en encino, en su casa, en su cuarto. Se había ido a dormir esa noche después de hablar con Marlon y ver a su madre, ¡estaba en su cama! ¿Por qué estaba ahora debajo del agua?

La desesperación lo invadió, sintió como se quedaba sin aire y lucho por salir a la superficie de aquel inmenso lago, pero no podía, por más que ordenaba a su cuerpo moverse este no respondía. Luchaba por mover sus brazos y piernas y según el debía estar agitándolos como loco, pero no, no era así, su cuerpo simplemente se hallaba inerte.

Asustado, agitado, con el terror invadiendo su pobre alma, abrió la boca y lanzó un alarido del más puro horror, de la desesperación de morir lentamente.

Cuando se dio cuenta se hallaba en su cama, con los ojos muy abiertos y bañado en sudor frío. Se incorporó. Sus ojos tardaron un poco en acostumbrarse a la penumbra de la habitación pero cuando lo hicieron pudo confirmar que se hallaba ahí, en la casa de su familia, tal y como él recordaba.

De repente la puerta se abrió. Katherine, seguida de un tropel desquiciado de chicos en pijama apareció en el umbral. La mujer, angustiada, entró y se acercó a Michael, los demás aun seguían amontonados en la entrada.

-¡Michael, cariño! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estás bien?!-

-S… sí… sí, mamá… estoy bien…- Balbuceo el muchacho al comprender que todo había sido un muy vívido sueño. Jackie, que había logrado abrirse paso en la maraña humana en la que se habían convertido sus hermanos, se acercó a su madre. Katherine palpaba el rostro de su Michael en busca de signos de fiebre.

-¡Pero por Dios, hijo, estás sudando! ¿Estás seguro que te encuentras bien? Quizás deba llamar al doctor Brown y…-

-¡No, no! Estoy bien, en verdad…-

-No lo sé, Michael, después de lo de aquel ensayo y ahora esto, creo que lo mas conveniente es que mamá llame al doctor, el le podría decir al Señor Gordy que te disculpen algunos días del trabajo.-

-¿Qué? ¿Qué fue lo que pasó en el ensayo?- Inquirió Katherine confundida, mirando a Jackie y Michael alternativamente en busca de que alguno de los dos se lo dijera. Michael lanzó una mirada molesta a su hermano mayor por mencionar eso ante su madre.

-Michael se desmayó en uno de los ensayos.- Replicó Tito, quien también acababa de abrirse paso entre el corro de muchachos curiosos y preocupados que aun yacía en la puerta. El niño le dirigió una mirada casi asesina a su otro hermano mayor, ya que no quería que su madre se enterara de aquel incidente.

Katherine abrió los ojos desmesuradamente, mezcla de preocupación y enojo.

-¡¿Pero por que nadie me había dicho nada?!- Exclamó molesta.- ¡Ahora mismo llamaré al doctor Brown y no quiero reproches!-

-No hay necesidad.- Dijo Joseph, abriéndose paso entre sus hijos. Estos pese al temor de que se desatara la barbarie, decidieron seguir en la puerta.

-¡¿Qué no hay necesidad?!- Estalló Katherine, impactada.- ¡¿Es que acaso no has oído?! Michael se desmayó en ese ensayo y ahora esto, ¡¿Por qué no me lo habías dicho?! ¡¿Por qué tengo que ser siempre la ultima en enterarse de lo que le pasa a mis hijos?!-

-Vamos, Kathy, no es para tanto…- Espeto Joseph sin emoción alguna.

-¡¿Qué no es para tanto?! ¡Podría estar enfermo, podría ser grave, el doctor Brown debe revisarlo!-

-Ya te dije que no es necesario.- Insistió Joe aun con tranquilidad.- Era solo por la gira, pero la terminó sin problema alguno y esto no debe haber sido mas que un mal sueño, ¿no es así, Michael?-

-Sí… así fue.- Respondió el niño ya que era verdad.

-Ahí lo tienes, eso le ocurre a todos los chicos de su edad. Vamos, no sean alarmistas y vuelvan todos a la cama que ya pronto tienen que prepararse para el colegio.- Joseph salió de la habitación de la misma forma tranquila y silenciosa en que había irrumpido.

Katherine, confundida, molesta, preocupada; no pudo hacer más que exhalar un suspiro de frustración. Miro a su niño tomándole el rostro dulcemente entre las manos para luego pasear una de ellas sobre su cabello.

-¿Estás seguro que te sientes bien?-

Michael asintió y sonrió, tratando de tranquilizarla.

-Sí, solo fue una pesadilla, eso es todo.-
Katherine, aun no muy satisfecha, devolvió una leve sonrisa a su hijo, volvió a acariciar su cabello y dijo.

-De acuerdo. Trata de descansar y si cuando sea la hora de irte no te sientes en condiciones te quedarás en casa así tenga que discutir con el mismísimo Berry Gordy, ¿Está claro?-

Michael sonrió y asintió. Dio un beso a su madre.

-Hey, también todos ustedes, a la cama, recuerden que tienen escuela mañana.- Recordó la mujer a sus hijos al tiempo que se levantaba de la cama de Michael y los “arreaba” con un gesto de la mano. Los chicos entre protestas comenzaron a abandonar el marco de la puerta, despidiéndose de Michael y deseándole que durmiera bien.

Jackie y Tito fueron los últimos en irse. El mayor se acercó a Michael.

-Ni modo, Mike, era necesario que ella supiera.-

-Y ni me mires así que era mi deber decírselo.- añadió Tito, firme en su resolución de haber informado a su madre.

-Está bien… no hay problema.- Murmuró Michael. Pese a que no le agradara la idea no le quedaba de otra mas que estar de acuerdo con sus hermanos, su madre no podía estar siempre en blanco en cuanto a sus asuntos se refería.

Jackie alboroto el cabello de Michael y se despidió con una sonrisa, Tito empujando la cabeza del niño hacia abajo con su gran manaza, como acostumbraba hacerlo, dio las buenas noches a su hermanito.


Al día siguiente se repitió la rutina del anterior.

Los muchachos se levantaron y se prepararon para el colegio, mientras que Michael debía alistarse para ir a grabar. Joseph lo hizo salir muy temprano ya que, pese a ser citados a las once de la mañana, el patriarca de los Jackson prefería ganar tiempo, pues encino quedaba muy lejos de dónde se ubicaban los estudios y era mejor adelantarse al tráfico.

Michael siguió a su padre al auto, sin poder desayunar en lo absoluto pese a las protestas de su madre, quien no pudo evitar mirar con preocupación a su pequeño hijo. No tanto por el hecho de que iba con el estómago vacío, más bien por lo ocurrido aquella madrugada, más el desmayo del que Tito había hablado.

Cuando el auto de Joseph se hubo alejado de la verja, y después de que el resto de los chicos terminara de prepararse, Katherine los despidió uno a uno mientras subían al auto donde el chofer esperaba para llevarlos a Walton.

Al quedarse sola, Katherine volvió a su ensimismamiento mientras bebía a pequeños sorbos su café. Pensaba en lo dicho por su madre en aquella llamada que le hiciera en un lapso de desesperación, volvía a meditar las posibilidades, ¿sería cierto lo de la herencia familiar de los Upshaw? Y si era así ¿cómo podría ella ayudar a su pequeño hijo a liberarse de tal maldición? Recordó aquel brillo extraño en la mirada de Michael, aquel brillo que ella había visto antes en los ojos de Eloise Upshaw, y luego esa pesadilla… ¿Acaso sería por los espíritus?

Mientras tanto, Joseph y Michael arribaban al edificio de la Motown en Los Ángeles. Suzanne les esperaba con una sonrisa. Al verlos llegar se acercó a ellos con algunas notas en las manos.

-¡Buenos días, Joseph, Michael! Berry los espera ansioso, se le ha metido la idea a la mitad de la noche que la canción podría ir mejor, así que ha decidido que se reinicié la grabación desde cero.- Dijo la chica con animosidad. El rostro de Michael demostró un breve lapso de sorpresa que no duró mucho, pues luego asintió con la cabeza. A esas alturas ya era todo un profesional en lo referente a grabar en el estudio y si Berry Gordy decía que algo debía hacerse de nuevo, sabía muy bien que era por algo y se limitaba a obedecer, entendía el modo de trabajar de Gordy y entendía que no había que contradecir a los genios.

-¿Y cuando llamarán al resto del grupo?- Inquirió Joseph con cierto aire molesto.- Creo que bien podrían ocuparse de adelantar trabajo del siguiente álbum mientras Gordy juega a los solistas, ¿no es así?-

-No te preocupes, aun hay algo en la agenda que deben cubrir.- Respondió la joven, mirando sus notas y sin hacer mucho hincapié en el ultimo comentario de Joseph.- La producción del show de Jim Nabors nos ha pedido que los chicos hagan una aparición en el programa la próxima semana. Deberán participar en algunas rutinas con el Señor Nabors y cantar algunas canciones. Berry está complacido con esta invitación, es un gran escaparate para el grupo y una excelente oportunidad de promoción. Lógicamente deberán ensayar todo lo referente al show así que Michael alternará los ensayos del programa con la grabación del disco.-

Michael exhaló un suspiro. Odiaba hacer televisión, sobre todo si la cosa era de comedia. Siempre le hacían actuar de niño ególatra, entrometido e impertinente y eso no le agradaba ya que así no era él, además de que no se sentía como comediante y siempre lo ponían a hacer sketches cómicos. Lo único que le agradaba era la idea de conocer en persona al gran Jim Nabors, pero de ahí en fuera, la idea le molestaba mucho.

-¡Vaya! Por lo menos alguien aún se acuerda de que son un grupo.- Dijo Joseph, con cierta ironía, pero internamente satisfecho por aquella invitación.- Debiste avisarme antes, Suzanne, si me hubieras llamado temprano habría traído a los chicos en lugar de enviarlos al colegio.-

-Lo sé, pero me acaban de avisar a mí también. La producción del programa apenas nos avisó hace una hora.-

Al entrar al estudio, Berry los recibió con su acostumbrada sonrisa. Tras explicarle brevemente que era lo que deseaba para lograr la mezcla final. Michael volvió al banquillo dentro de la cabina y repitió los versos de “Got to be there” por horas. Era pasada la hora de comer cuando por fin Berry detuvo la grabación.

-¡Excelente, Michael, ahora sí ha quedado!- Exclamaba alegremente el viejo productor, con una sonrisa amplia y sincera, la misma que Michael le viera cuando lograron la toma final de “I want you back”.- Ahora toma 15 y empezaremos a ver la otra canción después.-

Michael bajó del banquillo, feliz, cansado y satisfecho. La garganta le dolía un poco. Salió de la cabina y se retiró a un rincón del estudio, uno al que solía retirarse durante sus descansos para hacer tareas o dibujar un poco. Tomó su mochila, pues siempre la llevaba consigo a las grabaciones, sacó una libreta, un bolígrafo y comenzó a mordisquearlo mientras meditaba.

¿Cómo debía comenzar aquella carta dirigida a la madre de Jimmy?

-Se sintió horrible…- Dijo Jimmy a su lado. Michael dio un respingo y volteó a verlo. Era la primera vez que el fantasma hablaba desde la noche anterior.

-¿Qué… qué se sintió horrible?-

-Eso… tu sueño… mejor dicho tu pesadilla… se sintió horrible.-

-Espera un momento… ¡¿Pudiste verla?!- El fantasma asintió.- ¿Pero… cómo…?-

-No lo sé, estaba sentado en el sillón de siempre y de repente… me perdí. Fue como si me hubiera dormido aunque no estaba en sí dormido, simplemente perdí la conciencia de quien era yo y donde estaba, parecía como una especie de trance.-

-¿Y viste mi pesadilla? ¿Pero qué tiene eso que ver?-

-No lo sé… no lo entiendo…-

-Ojala Marlon estuviera aquí, seguro él descifraría esto en un santiamén.-

-Es lo más seguro.- Replicó Jimmy, quien valoraba mucho la lógica extraña pero acertada de Marlon.

-Bueno… por ahora no vamos a resolver nada quedándonos así.- Michael comenzó a garabatear sobre el cuaderno. Después de unos minutos, dijo casi triunfante.- Por fin, creo que ya la tengo.-

Jimmy echó un vistazo a la libreta. Un gesto de dolor cruzó se formó brevemente en su rostro. La idea de enviar una carta con semejante noticia a su madre, le parecía aun algo muy difícil, pero los chicos tenían razón, por ahora era la única forma.

Esbozó una sonrisa que intentaba no ser triste.

-Está muy bien, creo que a mamá no le será tan difícil si se lo dices así.-

-¿Tú crees?-

-Sí.- Replicó el fantasma.- Lo único que sí le será difícil es entender tanto garabato, ¡Qué letrita!-

Michael hizo un puchero enfurruñado y comenzó a darle de libretazos a Jimmy, aunque obviamente se los daba más al aire que al chico al que atravesaba en cada golpe.

-¡Cómo te atreves! ¡Me esforcé mucho!- Reclamaba mientras reía. Jimmy también lanzaba unas ruidosas carcajadas que, de haber sido audibles para todos, habrían hecho pensar que la cabina se encontraba embrujada.

-Ya, ya, pues, era broma. Sí la entenderá.- dijo finalmente, sonriendo.- Te agradezco todo esto que estás haciendo.-

Michael suspiró.

-Ojala pudiera hacer más.-

-Michael… es hora de comenzar.- Llamó Suzanne, a unos pasos de él. Había observado la escena y pensó que nuevamente el pequeño se hallaba en compañía de su amigo imaginario.

-¿Eh? Sí, ya voy Suzanne.-

El niño se puso de pie, sonrió a Jimmy y siguió a la joven. En unos minutos ya se hallaba con el resto del equipo, ensayando el siguiente track que deseaban grabar, “Rocki’n Robin”.

En casa, tras llegar del colegio, los chicos habían podido tener otra pequeña comida en familia… o lo que podía en esos momentos reunirse de ella.

Gozaban por ahora de cierto “tiempo libre”, privilegio poco común para todos, pero que, dado el proyecto en solitario que Gordy había preparado para Michael, se había nuevamente la oportunidad para ellos de tenerlo.

Aunque no era algo que les sentaba bien, no por ahora, pues dados los últimos acontecimientos (o sea, la pesadilla de Michael), los chicos se hallaban preocupados por su pequeño hermano, razón por la cual no podían apartarlo de sus mentes tan fácilmente.

Tito, buscando la forma de distraerse un poco antes de que la cabeza le estallara por tanto pensar, decidió por fin darle tiempo a su equipo fotográfico. Seguro que eso le mantendría la mente ocupada por unas horas, bajó a su cuarto de revelado y comenzó a trabajar en los rollos con las fotos que había tomado durante la gira.

Después de una hora, por fin dejaba a secar algunas láminas. Era cuestión de minutos para que estas estuvieran listas para verse sin problema alguno. El chico se recargó en una de las mesas, se cruzó de brazos y se dispuso a esperar.

-Tito, es Dee Dee, te llama por teléfono.- Le avisó Jermaine del otro lado de la puerta del cuarto de revelado. El aludido se incorporó como si lo impulsara un resorte y sonriendo salió de la habitación.

De esta forma, no pudo apreciar las bellas imágenes que había captado con su cámara. Sus hermanos en la habitación del hotel, listos para salir a un concierto, las imágenes de algunos monumentos históricos neoyorquinos, una vista lejana y rápida del Central Park, tomada mientras iban en la vagoneta rumbo al Madison Square Garden, Marlon sacando la lengua con un gesto gracioso desde el escenario durante un descanso, Jackie escuchando las instrucciones de Suzanne, Jermaine afinando su bajo…

O Michael, dormido exhausto en el asiento del avión… con la imagen fantasmagórica de un joven afro americano sentado en el asiento detrás de él.



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¡Hola! Antes que nada, disculpen mi tardanza, tenía cierto bloqueillo de escritor, pero creo que ya lo superé ^^U

Quiero agradecer a Liznieves, Ary JackArtney y a Yamila López por sus comentarios. ¡En verdad muchas gracias! Estos me animan a seguir y me inspiran muchísimo. ^^

Besos.